Camino hacia la unidad europea desde el federalismo en los personalismos del siglo XX
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El conjunto de círculos personalistas, y especialmente los representados por las revistas Esprit y L’Ordre Nouveau durante la década de 1930, así como sus herederos a lo largo del siglo xx, se enclavan dentro de unas coordenadas comunes, no sistemáticas, delimitadas con un talante, a veces, difuso e incluso conflictivo. Se trata de una tercera vía entre liberalismo y colectivismo, de un proyecto a favor de una Europa pluralista: democrática en un sentido sustantivo superador de la mera partitocracia, participativa desde el momento en que fomenta una viva y activa sociedad civil, federal preservando la unidad en el seno de la diversidad nacional y regional, socialista en la acepción proudhoniana de mutualismo, más que no en la de estatalismo planificador, opuesta al colonialismo y, en correlación, abierta a una vocación mundial y mundializadora de estructuración jurídica de la sociedad internacional, y, finalmente, guiada en todo instante por el primado de lo espiritual, trascendente, centrado en la persona humana en interrelación comunitaria.