Pedir y demandar, acusar y defender : los procuradores fiscales en las Audiencias y Chancillerías castellanas
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En la Castilla del Antiguo Régimen, el procurador fiscal fue un oficio permanente vinculado a los tribunales superiores –Consejos, Audiencias y Chancillerías y meras Audiencias–, y encargado de la defensa de los intereses patrimoniales del monarca y la promoción de la justicia regia. Por el contrario, el oficio no llegó a consolidarse ante las justicias ordinarias, permitiéndose tan sólo el nombramiento circunstancial de promotor fiscal para aquellos casos en que fuese necesario proceder de oficio. Pues bien, el propósito de estas páginas es
abordar el estudio de los procuradores fiscales de las Audiencias y Chancillerías de Valladolid y Granada, donde, desde el siglo xvi, y hasta la desaparición de ambos tribunales, residieron un fiscal de lo civil y otro de lo criminal.