La Diputación provincial y los partidos judiciales salmatinos durante el reinado de Isabel II
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El análisis de las modificaciones –o de las tentativas frustradas– acaecidas a lo largo del reinado de Isabel II en relación con los partidos judiciales salmantinos fijados en el Decreto de abril de 1834 constituye el objeto de este trabajo. Partiendo de los precedentes de la época gaditana y del Trienio se constata que, entre 1834 y 1868, en Salamanca todas las tentativas de cambio de capitalidad, creación de nuevos partidos o supresión de los existentes que se llevaron a cabo a través del cauce legalmente establecido fracasaron, a pesar incluso de tener el dictamen favorable de la Diputación provincial a esas pretensiones. Así, ni Lumbrales, muy pertinaz en sus intentos, ni Miranda del Castañar consiguieron sustituir a Vitigudino y Sequeros, respectivamente, como capitales de su partido, ni tampoco Tamames tuvo éxito en su deseo de encabezar un partido de nueva creación. Tan sólo en momentos de desorden y alteración política, al margen de los mecanismos legales, aprovechando la creación de Juntas revolucionarias, como sucedió en 1840 o 1854, se consiguió, o se intentó, alguno de estos cambios, aunque de manera efímera, como sucedió con Lumbrales, que fue cabeza de partido,
reemplazando a Vitigudino, entre finales de 1840 y comienzos de 1844. En cualquier caso, fueron razones principalmente políticas –el interés de los moderados, progresistas o unionistas en el poder– las que determinaron el éxito o fracaso de estas tentativas, que siempre se llevaron a cabo en los períodos en que estuvo vigente la Ley de 3 de febrero de 1823.