Martínez Chávez, Eva Elisabeth. España en el recuerdo, México en la esperanza. Juristas republicanos en el exilio
«Atroz desmoche» fue la expresión utilizada por Jaume Claret para describir la destrucción de la Universidad española por el franquismo. Ya sea en su acepción de cortar o arrancar la parte superior de algo o en la de eliminar parte de una obra literaria o artística, entiendo que el término desmoche sirve para explicar perfectamente la línea seguida (no solo en el ámbito universitario) por los nuevos poderes surgidos de una guerra más incivil que civil. Se cuentan a miles los profesores universitarios que sufrieron en sus propias carnes la represión de los vencedores o que hubieron de abandonar el país, algunos para nunca volver. Y entre ellos destaca la figura de los juristas, hijos de una disciplina que en muchas ocasiones se fundió con la política, y que no dudaron en poner su pluma y su capacidad intelectual al servicio de la II República española. Pero la reacción por parte de terratenientes, militares y jerarcas eclesiásticos no se hizo esperar, precipitando la huida de una generación de científicos que sintieron cómo dejaban atrás, no solo la patria que les había visto nacer, sino también años de trabajo a los que habían dedicado su vida. Muchos de ellos pusieron rumbo a México, el país hermano que no dudó en abrir los brazos a los españoles que huían de la muerte y la miseria; y muchos encontraron allí su hogar y su lugar de reposo definitivo.